Conocimiento Sistémico

¿Qué es el conocimiento sistémico? ¿Cómo hemos llegado a necesitarlo como raza humana y cómo puede ayudarnos en nuestra continua evolución?

En el mundo han cambiado cosas importantes. Contamos con herramientas tecnológicas que avanzan a pasos exponenciales, tenemos acceso inmediato a cualquier tipo de información y lo más relevante: estamos experimentando un cambio en nuestra mentalidad.

Sin embargo, gran parte del mundo profesional parece haberse quedado congelado, maniatado, sin saber aprovechar todo lo que tenemos a nuestra disposición. Las diferentes industrias se presentan como islas independientes, mundos aparte que no parecen tener nada que ver el uno con el otro. Por más que crezca nuestro deseo de entrar en contacto con personas de diferentes conocimientos, siempre nos encontramos con una resistencia; no de las personas sino del sistema. Desde las universidades nos enseñaron a separar las disciplinas y carreras por bloques distintos, aún recuerdo pasar por el bloque de música sintiéndome como si estuviera entrando a una dimensión desconocida, casi prohibida… cuánto me hubiera gustado escuchar la percepción de un músico en alguna de mis clases de neuropsicología, pero eso requería juntar lo imposible.

En la universidad, ambas facultades estaban separadas por unos cuantos jardines, y aún así, la interacción era impensada. Ahora ¿qué futuro nos esperaba en el mundo profesional de allá afuera, donde nos separan incluso kilómetros?

Hoy siento un nuevo aire, una apertura distinta. Una apertura respaldada por herramientas tecnológicas y accesibilidad ilimitada a información. Es una oportunidad impresionante, no porque todas estas herramientas vayan a hacernos la vida más fácil, sino porque detrás de todo esto se esconde la posibilidad de crear tejidos y sinergias pocas veces experimentadas. Estamos ad-portas de conectar los saberes de la humanidad y crear hábitats de convergencia que incuben nuevos niveles de conocimiento, y con esto nuevas soluciones.

Un cambio de paradigma

La humanidad se ha vuelto experta en el conocimiento específico y profundo de cada disciplina, llamado también conocimiento vertical. La realidad que nos rodea se nos presenta tan compleja que ha sido necesario abordarla de manera segmentada. Por ejemplo, el cuerpo humano ha merecido miles de años de estudio, igual que el cosmos, la geografía y las matemáticas. La complejidad de cada cosa nos ha llevado a que, por ejemplo, los que sienten curiosidad por el cuerpo deban incluso dividirse, especializarse y sub-especializarse para lograr una profundidad considerable en un saber específico. Hoy contamos con expertos en el dedo pequeño del pie izquierdo. El escenario anterior es muy similar en el resto de las disciplinas. ¿Lo habías pensado?

La forma segmentada de abordar la realidad ha sido fundamentalmente útil hasta ahora, pero creo que, si bien todavía falta mucho por saber de cada área, es hora de empezar a conquistar un nivel de conocimiento en el que todavía estamos en la superficie: el conocimiento sistémico o conocimiento horizontal. ¿Tiene algo que aprender la economía sobre proceso biológico de la simbiosis? ¿vale la pena juntar a un artista con un político? ¿Qué podría la física enseñarle a un psicólogo? Estamos en el momento adecuado para provocar estos puntos de contacto y empezar a develar nuevas soluciones y oportunidades. Tal vez son este tipo de respuestas las que tanto estamos requiriendo para el mundo de hoy.

En una sala de espera

Existe un mito que nos ayuda a ilustrar y dimensionar el alcance de lo anterior.

Se dice que en una sala de espera cualquiera coincidieron sentados uno al lado del otro un médico y un ingeniero de minas. De alguna forma iniciaron una interesante conversación en la que el ingeniero le explicaba en detalle al médico la forma en que en su industria se utilizaba un método a través de rayos láser para lograr disipar superficies marinas rocosas y extraer petróleo. Al médico, impresionado con dicha maniobra, no le costó mucho recordar el antiguo, aparatoso y doloroso método que se usaba en la medicina para extraer los cálculos renales (pequeñas piedrecitas que se forman en las vías urinarias). Se le ocurrió que tal vez, con algunas modificaciones necesarias, podría utilizar el mismo método para lograr disipar los cálculos en las personas y revolucionar dicho procedimiento. Dicen que fue así como se logró inventar la litotricia.

¿Vamos a dejar este tipo de oportunidades a merced de salas de espera?

Una visión holística de la realidad

El conocimiento sistémico trae oportunidades mucho más trascendentales que el logro de nuevos negocios y mejoras específicas. Empezar a ver realidad como un todo y pasar de un conocimiento segmentado a un conocimiento holístico nos permitirá transitar nuevos modelos de pensamiento, nuevas rutas de comprensión y acción que sin duda son el resultado de nuevos niveles de consciencia sobre el mundo y sobre nosotros mismos; en lo anterior está la clave de la transformación.

Sebastián U Chinkovsky.

Co-fundador NEWO.

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