La pandemia nos privó del deporte. Ahora que vuelve hay algo distinto. Es como si los deportistas rindieran más, como si los números en las burbujas fueran mejores.
Queremos contarles qué hemos investigado.
Primero, hablemos de esas alteraciones en los escenarios deportivos para garantizar la seguridad de todos:
- Se restringió el público en todos los eventos.
- Se practica, en lo posible, el distanciamiento social.
- Los ambientes de entrenamiento y juego son muy controlados en número de personas.
- Los controles de salud para los deportistas han incrementado.
Otro ejemplo es la NBA. Algunos equipos llevan alrededor de dos meses encerrados en un centro deportivo que han denominado “la burbuja.” (Así también llamaron al ambiente seguro para los corredores en El Tour de Francia.)
Fue adaptado a las necesidades y protocolos del momento: nadie sale, muy pocos pueden entrar. Los equipos se mueven en buses que cumplen con todas las medidas de seguridad y les hacen pruebas regularmente.En el fútbol también pasa algo parecido.
En conclusión: los jugadores siguen estrictos protocolos que les limitan sus actividades diarias a entrenar y competir.
Los números son mejores que las palabras.
Está claro: una cosa es hablar de lo que sentimos y otra es comprobar estas percepciones con hechos o números. Esto fue lo que encontramos:


¿Y de qué nos sirven los números?
Sabemos que los argumentos deben basarse en hechos. Los hechos ya los dimos. Ahora, interpretemos.
Antes que nada, se necesita contexto.
Hay muchas variables que pueden afectar o favorecer el rendimiento de un deportista. El clima, cuánto y cómo ha entrenado, cómo se siente, la indumentaria que utiliza, el público, su estado mental.
El público es uno de esos factores que puede engrandecer o espantar al deportista al punto de disminuir su rendimiento. La pregunta entonces es ¿qué tanto le favorece o afecta jugar sin público?
Le preguntamos a Matías Mier, jugador de fútbol profesional en Colombia y nos confiesa que “es raro, nosotros estamos acostumbrados a jugar con público y es muy extraño acostumbrarse a jugar así. Afecta, pero tenemos que cuidarnos.”
Hicimos lo mismo con el periodista deportivo Jhon Jaime Osorio y nos habló de la importancia del público. Nos contó cómo esta presión de los espectadores es necesaria para ellos y que “el rendimiento del deportista termina incidiendo, no es casual que veamos tantos números elevados.”
Entonces ¿Cómo ha favorecido el encierro estas estadísticas?
Aquí te contamos:
Como es de esperarse, la cuarentena nos afectó psicológica y físicamente. Pero también se convirtió en la oportunidad perfecta para enfocar el entrenamiento en ejercicios complementarios. Así nos comentó Mónica Sarai Arango, deportista profesional en nado sincronizado: “desarrollamos otras características técnicas que pudimos entrenar, que no hubiéramos tenido la oportunidad de hacerlo en una piscina.”
También, como lo muestra este artículo, el hecho de que los jugadores se encuentren en un lugar sin fans puede ser favorable para su puntería y porcentaje de acierto en tiros. Así lo corroboran los números con un alza de casi dos puntos:

Es probable que exista una correlación entre los altos números de las estadísticas y las condiciones específicas que viven los deportistas, pero también está la mentalidad. ¿El rendimiento de un deportista se ve afectado o favorecido por el hecho de que estén aún más concentrados en entrenar y competir que en cualquier otra cosa?
De los números a la mentalidad
Es difícil saberlo sin ser uno de ellos. Pero quisimos averiguarlo y esto fue lo que recogimos:
Le preguntamos a Mario Sabato, narrador de ciclismo. Aunque fue muy enfático en que es muy difícil saberlo sin ser uno de los corredores, nos cuenta que “a veces un poco de distracción, de quitarte la cabeza en lo que estás enfocado, también sirve (…) seguro van a estar más concentrados en su competencia, pero no sé hasta qué punto sea más beneficioso que estén pensando 24/7 en la competencia.”
También le hicimos esta pregunta a Mónica Arango, que además de ser profesional en Nado Sincronizado, es psicóloga y nos habla de la resiliencia de los deportistas de alto rendimiento. Son ellos quienes convierten las crisis en oportunidades.
Mónica asegura que fue un golpe fuerte salir del agua y entrenar de otras formas, pero “los que van a ganar (de ahora en adelante) son los que mejor se adapten. Y estos deportistas de alto nivel se han adaptado muy bien, y a eso obedece también que sigan teniendo muy buenos resultados.”
En una entrevista antes de las finales de temporada, LeBron James habló de la importancia de estar centrados en un objetivo.

También hablamos con Alvaro Martin, narrador de la NBA. Más que una respuesta nos plantea la hipótesis de “un ambiente amigable: “es posible, pero difícil de medir a ciencia cierta. El porcentaje ganador de los ‘locales’ en Orlando en partidos clasificatorios en Orlando es similar al pre-pandémico. La certeza en tiros de todo tipo aumentó, pero ¿fue porque era un ambiente amigable a tiradores?”
Los números parecieran darle la razón a ese punto. Aquí está el comparativo:


De los deportes a la vida real
Hay datos suficientes para creer que puede ser cierto que de las situaciones únicas nacen oportunidades increíbles para hacer lo impensable. Pasa en los deportes, puede pasar en la vida real.
Tenemos muy claro que este 2020 ha sido una prueba de mentalidad a la que hemos sobrevivido gracias a nuestra resiliencia.
No vivimos en una burbuja que minimiza los riesgos de contagio pero sí podemos crear un hábitat de superación en el que podamos desarrollarnos y lograr lo inimaginable.
¿Pasará en la vida real? Ojalá los deportistas nos inspiren y logremos superarnos a nosotros mismos.